Pastoral de la Salud

La Pastoral de la Salud en la Parroquia del Recuerdo OFRECE

AL ENFERMO
  • La visita cordial domiciliaria,
  • Acompañarle en su soledad,
  • Escucharle y comprenderle,
  • Llevarle un mensaje de amor y de esperanza,
  • Ayudarle en sus necesidades,
  • Si es cristiano, compartir y celebrar la fe.

A LA FAMILIA
  • Ayuda para que supere la prueba cuando la enfermedad hace acto de presencia,
  • Apoyo en su papel insustituible,
  • Cuidar a los que cuidan y asisten.

El Voluntariado para ti

SI ESTÁS SANO

El Voluntariado puede ser una interpelación para tu conciencia para:
  • Acercarte a la parroquia y ofrecer tu ayuda y servicio,
  • Capacitarte y trabajar en el mundo de la salud y la enfermedad


SI ESTAS ENFERMO

El Voluntariado puede ser un consuelo del dolor o soledad.


CELEBRACIÓN COMUNITARIA DE LA 
UNCIÓN DE ENFERMOS 
2013
ORACIÓN DEL ENFERMO (DE JUAN PABLO II)
Señor,
Tú conoces mi vida y sabes mi dolor.
Has visto mis ojos llorar, mi rostro entristecerse.
Mi cuerpo lleno de dolencias
y mi alma traspasada por la angustia.
Lo mismo que te pasó a ti cuando,
camino de la cruz, todos te abandonaron.
Hazme comprender tus sufrimientos
y, con ellos, el amor que Tú nos tienes.
Y que yo también aprenda que
uniendo mis dolores a los tuyos,
tienen un valor redentor por mis hermanos.
Ayúdame a sufrir con amor, hasta con alegría.
Si no es posible que “pase de mí este cáliz”
te pido por todos los que sufren:
Por los enfermos como yo, por los pobres, los abandonados,
los desvalidos, los que no tienen cariño ni comprensión y se sienten solos.
Señor, haz que estas dolencias que me aquejan
me purifiquen, me hagan más humano,
Me transformen y me acerque más a Ti.
Amén.
Juan Pablo II







ORACIÓN DEL AGENTE DE PASTORAL DE LA SALUD
Tranquiliza, Señor, mi paso apresurado,
vuélveme un instrumento más eficaz
de tu misericordia.
Bendice mi mente
para que no sea indiferente o insensible,
sino que esté atento a las necesidades
del hermano que sufre.
Bendice mis ojos,
para que estén abiertos
a reconocer tu rostro en el rostro de cada enfermo
y llévame a descubrir la luz
y los tesoros interiores de cada uno.

Bendice mis oídos
para que acojan las voces
de los que piden ser escuchados
y responden a los mensajes
de los que no saben expresarse en palabras.
Bendice mis manos
para que no permanezcan cerradas e indiferentes,
sino que transmitan calor y proximidad
a quien necesita de una mano amiga.
Bendice mis labios
para que no pronuncien frases
hechas de palabras vacías,
sino transmitan comprensión y cariño
escondidos en un corazón que ama.
Bendice mis pies, Señor,
para que pueda dejar huellas
de mi paso por este mundo
y contribuya a promover el diálogo silencioso
del enfermo contigo.

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