Una Comunidad que Ora


¿Te sientes identificado?

Necesito paz interior.
Me siento insatisfecho. Busco la felicidad. Tengo sed de Dios.
Me abruma el peso de mi miseria y de mi pecado. Soy frágil.

Quiero encajar mejor el sufrimiento y los problemas de la vida.
A diario necesito experimentar que Dios me ama, percibir su presencia cercana y que su mirada está siempre puesta en mí.
Estar a solas con Dios.
Deseo conocer a Jesús, aprender a escucharle, ser su amigo.
Aspiro a integrar toda mi vida (familiar, social, laboral, apostólica, ocio...); que mi relación con Dios no sea capítulo aparte.

Me gustaría sentirme hijo de Dios, una persona alegre, un católico coherente, ser feliz.

“Nos hiciste Señor para Ti y
nuestro corazón está inquieto
hasta que descanse en Ti”

La Parroquia propone cada día espacios de oración. En Adviento y Cuaresma en el rezo de los Laudes –Liturgia de las Horas- antes de la Eucaristía de la mañana o el Rosario a la misma hora, antes de la misa de 10, en mayo y octubre hasta la festividad de la Almudena.

Cada Jueves, antes de la eucaristía de la tarde, de 19:15 a 20:00 h. el Santísimo queda expuesto para que podamos hacer nuestra adoración y se promueve la oración comunitaria.

Durante los tiempos litúrgicos propone también oraciones como la Vigilia de Adviento o el Viacrucis de Cuaresma. En algunos momentos del curso invita a participar en Retiros de Oración que se anuncian oportunamente a la Comunidad.

Te ofrecemos a continuación algunos MEDIOS para orar en tus momentos de intimidad con Dios:

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Cuando ores…

  • Haz silencio (exterior e interior) 
  • Ponte en presencia de Dios. 
  • Siente como Dios te mira y está esperando pasar este rato contigo. 
  • Serena la mente y el corazón y disponte a escuchar la Palabra que Jesús te dirige hoy en el Evangelio. Déjate conmover por sus gestos, sus palabras,… 
  • Pide a Jesús que aumente en ti la fe, la gratuidad, tu generosidad, tu entrega, la esperanza,…
  • Acógele en tu casa. 
  • Adéntrate en su Misterio. 
  • Siéntete unido, en comunión con Él, acogido en su casa, en su corazón,… 
  • Percibe cómo te liberas…

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